"Quienes se acercan al sacramento de la Penitencia obtienen de la misericordia de Dios el perdón de la ofensa cometida contra él y, al mismo tiempo, se reconcilian con la Iglesia a la que han herido con sus pecados y que con la caridad, el ejemplo y la oración trabaja por su conversión."
Catecismo de la Iglesia Católica, párr. 1422
Si necesita el Sacramento de la Reconciliación fuera de este horario, llame a nuestra oficina parroquial para programar una cita. Además, los Servicios de Reconciliación Comunitaria se programan en varios momentos del año.
El Sacramento de la Reconciliación, a menudo denominado "Confesión", permite al penitente experimentar la infinita misericordia y el perdón de Dios y obtener perdón por sus ofensas contra Él, y reconciliarse con Él y con toda la Iglesia. En el confesionario, el sacerdote, quien es un sucesor directo de los 12 apóstoles originales, está in persona Christi: está actuando “en la persona de Cristo”. Él es una representación física de Jesucristo encarnado y cuando confiesas tus pecados, los estás confesando directamente a Jesús mismo a través del sacerdote.
¡Sí! Es importante señalar, sin embargo, que sólo Dios perdona los pecados. Jesús, que es Dios, ejerció este poder divino muchas veces durante su vida pública y lo impartió a sus Apóstoles. Esto se muestra en Juan 20:21-23, cuando Jesús personalmente confiere esta capacidad a sus apóstoles:
"Jesús les dijo [a los Apóstoles] otra vez: 'La paz esté con vosotros. Como el Padre me envió, así también yo os envío.' Y habiendo dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: 'Recibid el Espíritu Santo. A quien perdonéis los pecados, les quedan perdonados; si a alguno se los retenéis, les quedan retenidos.'"
Normalmente, los niños están preparados para recibir este sacramento en 2º grado, antes de recibir la Primera Comunión.
Cualquier niño después del segundo grado que desee recibir el Sacramento de la Reconciliación también puede prepararse a través del Programa de Formación de Fe en la Iglesia Católica Santa Catalina de Siena.